La eliminación del pelo corporal es una cuestión estética tanto en mujeres como en hombres. Hasta hace unos años la única opción era el afeitado, la cera o las cremas depilatorias. Pero estas, tenían el inconveniente que había que repetirlas al poco tiempo.
La eliminación del pelo mediante el láser o sistemas de foto depilación es, frente a todas estas opciones, un método de supresión del crecimiento capilar rápido y seguro que además deja los poros y tejidos de la piel intactos.
Esta técnica permite eliminar el vello de todas las partes del cuerpo.
Además de la estética, existen otras causas por las que se recomienda la depilación láser, como, por ejemplo, la eliminación de vello no deseado originado por determinadas enfermedades o el consumo de algunos medicamentos.
A los pacientes con hirsutismo (brote de vello en lugares de la piel inusuales) les puede beneficiar además, un tratamiento médico adicional al láser que el especialista valorará mediante un examen clínico y la realización de pruebas complementarias.
Es importante que no tome el sol ni rayos UVA durante 45 días antes de la sesión.
No debe tomar medicaciones, especialmente antiinflamatorios o antibióticos, que puedan producir foto sensibilidad los 15 días anteriores al tratamiento.
No deberá utilizar cera ni arrancar el vello con las pinzas dos semanas antes de realizarse la depilación con láser.
La depilación con láser se realiza de forma ambulatoria y no necesita anestesia. Únicamente se aplica un espray de gas frío antes de cada impacto sobre la zona a tratar para evitar posibles molestias leves. Si el paciente tiene sensibilidad aumentada, le recomendaremos una crema tópica anestésica para que se coloque una hora antes del tratamiento para que las molestias sean nulas.
El proceso de depilación con láser se inicia con la aplicación de una pequeña pieza de mano que emite sucesivos pulsos de luz láser sobre la piel. Previamente, hemos aplicado un gel frío que minimiza las molestias. La raíz del pelo absorbe la luz láser provocando su destrucción.
Durante la sesión, deberá protegerse los ojos con unas gafas específicas según el tipo de láser.
A pesar de que en cada sesión se elimina todo el vello de la zona tratada, sólo un veinte por ciento aproximadamente se destruye de forma permanente. El resto reaparece al cabo de mes y medio, pero irá disminuyendo en esa proporción con cada nueva depilación láser.
Debido a que el pelo crece por ciclos, esta técnica es efectiva solamente durante la fase de crecimiento capilar. El número de sesiones dependerá del grosor, el color del vello de cada paciente y de la región que desee tratarse.
La depilación con láser no requiere hospitalización. Se realiza en la consulta del especialista con carácter ambulatorio.
Después del tratamiento, deberá evitar los focos de calor como la sauna, la piscina, los baños de agua caliente, las estufas, etc. También es necesario que utilice protección solar total y es recomendable empezar productos cosméticos nuevos.
Entre sesión y sesión, el vello tarda aproximadamente dos meses en salir. Si llegado el momento no puede realizarse una nueva depilación láser, puede depilarse la zona con algún sistema que no arranque la raíz del vello.
Las sesiones de depilación con láser se realizan con un intervalo de tiempo de un mes y medio entre cada una de ellas. Los resultados son visibles al poco de iniciarse el tratamiento, cada vez crece menos pelo, más débil y más claro.
Para todas aquellas personas que deseen una depilación duradera. La mayoría de los pacientes pueden ser tratados mediante esta técnica. Aún así, el especialista deberá tener en cuenta cada historial médico.
Las reacciones adversas de la depilación con láser son mínimas y de carácter transitorio. Puede aparecer enrojecimiento de la piel, un ligero eritema o quemadura leve, reacciones que se solucionan normalmente en poco tiempo. Es importante no haber tomadp el sol ni UVA 45 días antes, ni haber tomado ninguna medicación fotosensibilizante.
Normalmente se necesitan de diez a treinta minutos por sesión. El número de sesiones varía en función de la persona y la zona a tratar.
Sí, una vez desaparezca el eritema.