El empleo de los láseres vasculares permite tratar lesiones vasculares de forma mucho más eficaz que otros métodos alternativos. Manchas congénitas, telangiectasias (venitas visibles en forma de araña), estrías recientes, angiomas, ciertos tipos de verrugas y algunas cicatrices causadas por la cirugía, el acné o incluso quemaduras, actualmente se pueden corregir sin riesgo y con gran efectividad gracias a un láser especialmente diseñado para ello.
El láser es la técnica más precisa y segura para tratar selectivamente las lesiones. La liberación de energía únicamente sobre la zona afectada hace que el tejido sano de alrededor no resulte dañado. Tras el tratamiento, la piel recupera su belleza y tonalidad natural.
Es aconsejable no utilizar maquillajes ni correctores los días previos al tratamiento. De esta manera, las lesiones vasculares que deseamos solucionar estarán totalmente visibles, lo que permitirá que el láser sea más efectivo.
Este tratamiento no requiere anestesia, ya que el impacto del láser apenas provoca una leve molestia. Únicamente se utiliza un sistema de gas frío que se aplica en forma de espray y adormece la piel de la zona a tratar.
Sólo se aplica anestesia, excepcionalmente, en niños con lesiones extensas.
El láser es un instrumento que libera una gran cantidad de energía en un espacio de tiempo muy corto.
Al aplicar ese pequeño haz de luz concentrado sobre la lesión vascular, se produce una coagulación de los vasos sanguíneos de la piel, que acaban por desaparecer.
Inmediatamente después de la aplicación del láser, se produce una pequeña inflamación de la zona afectada así como una sensación de acaloramiento que remite al poco tiempo.
El tratamiento varía según la edad, el tipo de piel y la extensión de la lesión. Normalmente tres o cuatro sesiones de unos 15 minutos bastan para corregir una lesión. Entre ambas sesiones debe transcurrir un período mínimo de cuatro semanas.
Esta técnica no necesita hospitalización, se realiza en la consulta de forma ambulatoria.
Aconsejamos frío local y la aplicación de cremas específicas para disminuir la congestión dérmica.
Es oportuno utilizar protección solar total hasta que la piel recupere su tono normal. También hay que evitar focos de calor como la sauna, piscina, estufas, jacuzzis, baños calientes...
El resultado del tratamiento de las lesiones vasculares mediante láser es muy satisfactorio.
El láser es el método más preciso y seguro para tratar este tipo de afección. Se aplica selectivamente, de modo que no altera el tejido sano alrededor de la lesión. Su fiabilidad es tal que incluso se utiliza en bebés.
Las lesiones vasculares rojas de pequeña sección (de menos de un milímetro de diámetro) responden muy bien al tratamiento con el tipo de láser de colorante pulsado y luz intensa pulsada. Normalmente, tres sesiones son suficientes para conseguir unos resultados satisfactorios. Entre cada sesión deben transcurrir un mínimo de dos semanas.
No, sólo puede sentir una leve molestia si la lesión es muy extensa.
El tratamiento de las lesiones vasculares mediante láser está contraindicado en aquellas personas con problemas de cicatrización, historial de desórdenes hemorrágicos o que hayan estado tomando anticoagulantes durante los seis meses previos al tratamiento. El especialista le indicará la solución más conveniente tras un estudio detallado de su caso.
Sí, inmediatamente después del tratamiento.
El primer verano después del tratamiento con láser se recomienda no exponer la piel tratada al sol sin protección solar total.
Si. La mayoría de pacientes siguen un tratamiento de esclerosis paralelo en el mismo centro para solucionar las varículas de mayor tamaño que no está indicado tratarlas con láser. Utilizamos la esclerosis mediante espumas, que con pocas sesiones solucionan el problema de las varices.