Las bolas de Bichat son dos depósitos de grasa que se localizan en la parte baja de las mejillas, entre los músculos masetero y buccinador. Por lo general, tienden a ser más grandes durante la infancia. Con el crecimiento, suelen atrofiarse en gran medida. Sin embargo, en algunos pacientes, las bolas de Bichat presentan un tamaño muy grande, lo que confiere al rostro un aspecto redondeado o abultado.
La idoneidad de esta técnica, para obtener una mejoría estética facial, estará determinada por la relación de las medidas antropométricas del paciente. Deberá ser su médico quien le aconseje sobre los procedimientos más interesantes para obtener un resultado estético facial más armónico.
En su primera visita a Clinica Image, valoraremos la anatomía de sus mejillas, la existencia de las bolas de Bichat y su estado de salud en General.
Estudiaremos su caso clínico y le informaremos de las diferentes técnicas médicas o quirúrgicas que le pueden ayudar a solucionar su problema.
Se le solicitarán las pruebas complementarias (analítica, ECG…) que se consideren pertinentes en su caso en particular
La extracción de las bolas de Bichat es un procedimiento sencillo, ambulatorio y mínimamente invasivo que sólo requiere anestesia local y suave sedación.
La inyección es similar a la aplicada por un dentista, por dentro de la boca.
Sea cual sea la anestesia empleada, no sentirá dolor alguno durante la intervención ni podrá ver las manos del cirujano ni los instrumentos quirúrgicos, ya que sus ojos estarán protegidos.
El abordaje se realiza por dentro de la cavidad bucal. Se practican dos incisiones en el vestíbulo a la altura de los molares. Se disecciona esta estructura, cortándola y coagulándola con láser para evitar su sangrado. Tras este paso, se realizan unos pequeños puntos de sutura.
La recuperación de la extirpación de las bolas de Bichat es rápida. El paciente puede sentir pequeñas molestias en las primeras 24 y 36 horas, que se controlan fácilmente con analgésicos suaves.
El proceso inflamatorio suele ser leve y no suele impedir la realización de la actividad normal al día siguiente. Se recomienda realizar reposo relativo durante los primeros 2 ó 3 días. Es decir, el paciente puede hacer vida normal, pero sin realizar grandes esfuerzos o ejercicio físico intenso.
En este tipo de cirugía el paciente se recupera con rapidez. Las cicatrices, al ser dentro de la boca, son invisibles.
La cara se perfila y mejora el aspecto anterior de una cara redondeada.