Técnica para la corrección integral del entorno ocular, aborda al mismo tiempo las bolsas, las patas de gallo y la flacidez de los párpados.
La técnica se realiza con anestesia local y sedación suave. Gracias al poder coagulante del lipoláser y del láser de CO2 se reduce el riesgo de hematoma e inflamación, lo que permite al paciente reincorporarse a su actividad habitual en cinco días.