La blefaroplastia láser, es la cirugía de párpados mejorada que refresca y rejuvenece la mirada en ambos párpados:
A diferencia de la blefaroplastia convencional, se emplea el láser como herramienta de corte y coagulación, lo que aporta numerosas ventajas:
Rejuvenecimiento integral de la mirada, para la corrección de los siguientes signos de la edad:
Se realiza bajo anestesia local, a veces acompañada de sedación y tiene una duración de entre 30 y 60 minutos.
En primer lugar, los ojos se protegen mediante una lente especial que aísla el globo ocular de la zona quirúrgica, por lo que no hay posibilidad de daño en el ojo.
La técnica comienza eliminando el exceso de piel del párpado superior. Se realiza una pequeña incisión justo en la zona donde pliega el párpado, para que quede oculta. El cirujano retira el exceso de piel y de grasa, la musculatura se contrae con láser.
En el párpado inferior se realiza una incisión mínima en la conjuntiva del ojo por la que se accede a la zona donde están las bolsas de grasa. Una vez extraída la grasa, se aplica el láser sobre la piel, con el fin de contraerla y corregir así la flacidez del párpado inferior.
Los resultados finales se obtienen transcurridos dos meses, aunque al octavo día ya se evidencian los primeros resultados de la técnica.
Blefaroláser resuelve la mayor parte de limitaciones y riesgos asociados a la Blefaroplastia convencional. Las principales ventajas de Blefaroláser son:
La concreción de la técnica de Blefaroláser facilita la realización de una cirugía “blanca”, lo que permite tener mayor precisión en cada paso quirúrgico. Permite hacer una ablación de las bolsas de grasa con limpieza y una resección de las mismas con láser.
En los casos de piel gruesa o músculo orbicular redundante, que da la sensación de producir un párpado superior demasiado grueso y cargado, mediante la emisión láser se puede foto-coagular la porción más superficial del músculo orbicular para reducir su espesor sin necesidad de cortarlo. Igualmente, se puede desengrasar la parte del hipodermis gruesa que pueda haber en el dorso de la dermis despegada para el tratamiento.
La disección limpia permite aislar la grasa no estructural del párpado inferior que es correspondiente a la “suborbicular oculi fat” del área del surco malar y reposicionarla para evitar el efecto de ojos hundidos tras la resección de las auténticas bolsas.
La técnica de Blefaroláser no requiere hospitalización y se practica con anestesia local. Al no producir sangrado tampoco se suelen desarrollar hematomas, la inflamación, por tanto, también es menor.
Todas estas ventajas intervienen en la reducción del tiempo de recuperación, haciendo que la convalecencia sea mucho menos molesta y no superior a los 8 días en el caso del párpado superior y 5 días en caso del párpado inferior.
La técnica Blefaroláser corrige la laxitud del párpado inferior sin correr este riesgo. Esto es debido a que la incisión es mínima (de 5 a 10 milímetros) y se practica en la conjuntiva (incisión transconjutival), por donde se accede para abrir el septum y resecar las tres características bolsas de grasa del párpado inferior.
Además de evitar el síndrome del 'ojo blanco', impide también la cicatriz externa bajo las pestañas del párpado inferior. El resurfacing posterior con el láser de CO2, consigue la justa retracción cutánea y además elimina surcos y arrugas, renovando la piel.
La blefaroplastia convencional rebaja los párpados prominentes con bisturí, con el riesgo de realizar una corrección excesiva. Blefaroláser, que no produce sangrado, elimina una o dos capas en la superficie de los párpados de forma precisa y controlada, sin necesidad de incisiones. Por tanto, la contracción muscular posterior es mucho más homogénea.