Cuando los tratamientos de medicina estética no llegan a solucionar el problema, debemos recurrir a la cirugía facial. Todos los tratamientos faciales se pueden realizar con anestesia local y sedación, sin necesidad de ingreso hospitalario. La utilización de técnicas innovadoras y aparatología, como el láser, permiten realizar estos procedimientos con molestias mínimas para el paciente y con una recuperación rápida.